viernes, 2 de marzo de 2012

La revolución artística del Mediterraneo

El Mediterraneo sin lugar a dudas es el aglutinante de una cultura común. Por alguna razón, los pueblos que se bañan en sus aguas (y con esto no me refiero a los alemanes de Benidorm) comparten puntos de inflexión característicos, extendidos más allá de las múltiples diferencias apreciables a primera vista. Y eso, de alguna forma enlaza nuestros destinos.
Últimamente he estado maquinando una teoría acerca de este hecho. Las cosas no están demasiado bien por aquí: unos está peleando contra un gobierno constrictivo que se agarra al puesto como un puto cáncer al pulmón de un fumador de Ducados, otros pasamos una crisis económica que está comiéndonos por los pies... Digamos que el río está revuelto.
Y sin embargo, no es mierda todo lo que mancha. Esta situación, a mi entender, es idónea para que algo nuevo y grande nazca en las orillas mediterraneas. Los grandes movimientos culturales y artísticos siempre se dan en momentos de crisis y descontento como este, ya que, al revés que la satisfacción, el descontento invita a pensar y a buscar salidas en el arte. Al mismo tiempo, a pesar de poseer un mejor o peor sistema educativo, nunca hemos tenido semejante cantidad de personas de excelente formación y conciencia de ella, a pesar de representar una inmensa minoría.
Todos estos factores se unen a la cuestión de que el arte de los últimos tiempos tiene, desde mi punto de vista, una obvia decadencia. El mercantilismo se ha comido al arte, transformándolo en un producto de compra venta y nada más, como puede ser un zapato o el hígado de una prostituta barata. Es bastante obvio que necesita una renovación que se cargue de una vez todas las "renovaciones" que están haciendo.
El producto de estos factores perfectamente podría ser una revolución cultural y artística en el Mediterraneo, que, según pienso, en pocos años aparecerá y puede llegar muy alto. Solo faltan dos empujoncitos para que suceda: El primero, tomar una conciencia mediterranea, entendernos como algo que está más allá de un país, ya que es una revolución a gran escala. Y el segundo y más importante, hacer comprender a los que serán los artífices de esta revolución que se les ha dado licencia para crear, pero para crear como tal, desde cero. Es su momento, el escenario está vacío, el público dispuesto, tú tienes cosas que decir y yo me voy, porque tengo un mojón asomando desde que empecé a escribir este tocho y ya no aguanto más.

2 comentarios:

  1. muy de acuerdo, pero el problema esque actualmente, en las academias de arte se inculcan pensamientos acordes a los canones del arte contemporaneo, es decir, que es mas importante crear sensaciones que mostrar detalles y eso es lo que provoca que la gente pague millonadas por un inanimado mojon de rico nesquik fermentado porque segun ellos eso causa sensaciones.Lo unico que se necesitan son genios que innoven con la fabulosa materia prima terrestre.

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  2. Realmente no estoy muy de acuerdo, camarada. Las academias de arte lo primero que enseñan, de hecho, es a pintar arte clásico al estilo realista. Los que deciden lo que van a hacer con sus obras son los artistas.
    Además el arte tiene más que ver con las sensaciones que con los detalles. Ahora y en la Antigua y sodomítica Grecia. El detalle es util para un estudio orográfico de la superficie de mis testículos, pero no para el arte propiamente dicho.

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