miércoles, 6 de mayo de 2015

Tetrarquía

Tres eran los tetrarcas: Herodes Antipas, Herodes Arquelao y Herodes Filipo, Cuatro reinos tenían los tres hermanos, llamados los tetrarcas, y su gobierno juntos era la dodecarquía de los tres tetrarcas. Dos hijos tuvo Herodes Antipas, el tetrarca, antes de morir: Herodete y Herodillo, el primero fuerte y audaz, el segundo aun un chiquillo. Herodete planeaba ser tetrarca, heredar de Herodes, como primogenito heredero, los cuatro reinos al completo. Más Herodes Arquelao, ya sabes, Herodes, el hermano de Herodes e hijo de Herodes, decidió tomar el mando, dio un reino a cada hermano y el cogió los otros dos, alzándose como hexarca. Herodete, ofuscado por haber sido relegado a la preposición "mono" (imaginad la afrenta, semejante referencia a un primate), visitó a Herodes el hexarca en su calidad de Herodete el monarca.

- Ni un biarcado me has dejado a la muerte de mi padre- se quejaba Herodete.
- Más cuando muera, yo que no tengo herederos, te legaré a tí cuatro reinos y a tu hermano solo dos- contestó Herodes el hexarca- Tu hermano será triarca, y tu un orgulloso pentarca.
- Más me tengo que conformar mientras tanto con ser monarca, yo, nieto de octarcas y enearcas. 
-Me exasperas- dijo el hexarca.
- Yo no seré un tetrarca, pero esto es un tetra-asco.

Cual no será tu sorpresa al decirte que Herodete fue inmediatamente ejecutado. No por encarar a su tío, aunque eso ya hubiera bastado, sino por ese chiste marronero con el que quiso concluir su discurso. Y su cabeza fue expuesta en cada pueblo del heptarcado con la siguiente leyenda: "Ni en el tri, ni en el tetra, ni en el hepta ni en el dodecarcado vamos a permitir un humor así de malo". "Hombre, el chiste no es bueno" decía un ciudadano "Pero de ahí a ejecutarlo... Que mala leche me pone esta falta de humor. Que arcadas me da el heptarcado" Y no tardó ni 10 minutos en ser también decapitado. Otra víctima de los chistes malos que no se permiten en nuestro dodecarcado.

El Goggoteo

Este nuevo soplo de vida, inoculado artificialmente al blog mediante tétricas técnicas modernas que mantienen la vida con el coste de un terrible dolor, solo podía venir de mano de la poesía, el más excelso de arte. Quisiera traer a la luz un paradójico personaje: es fuerte, es grande y cruel, un ser terrible y poderoso que alza su sombra sobre el cuerpo inerte de quien se le pone por su camino. Un guerrillero curtido en mil batallas que, sin embargo, tiene un defecto incurable que no le pone trabas a su vida, pero si a su imagen heroíca: tiene frenillo y no pronuncia las erres. Tomaoslo en serio aunque os de risa, porque este tipo es un cabrón sanguinario con inevitable preferencia por la letra g.

Soy el gueguillego,
la guisa agancada,
la goca que gasga
los guizos del mag.
El guey del sendego,
cuando la guegla
ega la sangue,
yo ega el justo heguedego.
Pgueguntag después
peleag pguimego,
nunca olvido un gasgo,
no pegdono un gesto,
ni guechazo guega,
ni guehuyo guiña.
Enemigo del tiempo,
en toda mi laga vida
solo pegdi un encuentgo,
la guega conmigo mismo,
la misma que pegdieron
el hegoe y el mendigo,
el pguincipe, el santo,
el pecadog y el usuguego.

martes, 25 de febrero de 2014

Aviso de interés público

Presten atención, ciudadanos, pues a continuación la Bestia de la Dehesa les ofrecerá una serie de datos y hechos que a mi entender deberían ser de dominio absolutamente público. Celebre aquel que conociese de antemano aquestos hechos pues sin duda es algún tipo de visionario o prócer si por propia cuenta se percató de las insólitas verdades expuestas a continuación.

Comenzamos con un sorprendente paralelismo de carácter musical entre las dos agrupaciones más dispares del mundo. Por un lado, Santa Justa Klan, grupo formado por el elenco adolescente (en su momento, porque probablemente en la actualidad atesoren ingentes cantidades de pelo en su zona genital) de la magnífica serie de Telecinco Los Serrano. Probablemente una de las mejores bandas de todos los tiempos, tanto en su campo (el "pop canallesco adolescente") como a nivel de la música en general. Frente a ellos, los Beatles y el imperdonable plagio perpetrado por este grupo británico sobre la propiedad intelectual de los jóvenes madrileños. Veanlo:



Estremecedor. A continuación, Joan Jett and The Blackhearts diciendo con toda claridad la frase "me la chupas, beibe" en la archiconocida canción "I love Rock and Roll"


Completamente inmoral. Por último, un ligero detallito acerca de la película Jesucristo Superstar  y su protagonista principal. Pero antes, un inciso para señalar lo buenorra que se ha puesto María Isabel, la chiquilla que cantaba aquello de "Antes muerta que sencilla" y que salía en el mismo programa de chiquillos cantando que el gordo ese que le dedicaba la canción a su difunta predecesora. Aquí una imagen de María Isabel y sus dotes adultas:


Aquí una del antes mencionado "gordo que canta":


Y ya, sin más preámbulos, Ted Neeley, el protagonista de Jesucristo Superstar, haciendo del mismo Jesucristo, es bizco. Exacto, ese es el anuncio. Ese hombre está virulo, estrábico perdío, con un ojo te mira a tí y con otro a la máquina de refrescos. Me parece increíble que no se haya percatado todo el mundo, porque en lo que a mí respecta ya no pude tomarme la peli en serio. Por Dios, que está haciendo de Cristo. A efectos prácticos, en esa película Cristo es muy bizco. Cualquier momento dramático a la mierda, me parto la caja de su estrábica cara de solemnidad. Pero no es necesario que me crean, compruébenlo:


Exacto, completamente virulo. Su virulencia no tiene límites. Bueno, y esto es todo, gracias por haber leído este interminable tocho sobre chorradas y espero que se sientan felices de atesorar ahora, como regalo mío, estos conocimientos. Diviértanse.


lunes, 17 de febrero de 2014

Recomendación: Género de tiburones

Cualquier mente sana concordará en que el tiburón es al mar lo que el león a la sabana o lo que una compresa usada a una playa atestada de gente. El rey, el más pollón. El Tito MC del salitre. Y como todo ser que alcanza en sí mismo la sublimidad y el predominio, merece que el arte se ocupe de señalarlo y ensalzarlo, de rociarle una oda sobre toda la zona del bikini. No es esto, sin embargo, algo que se haga patente para el grueso de nuestra embrutecida sociedad, sino algo susurrado al oído por la Musa a unos pocos elegidos. Unos pocos visionarios, siempre perseguidos, tomados por locos. Visionarios que hacen serie B.

Una y otra vez nos deslumbran estos iluminatis con sus geniales y disparatadas versiones de la temática de tiburones. Ideas tan absolutamente geniales e innovadores que ante un ojo inexperto puede parecer ineptitud o ridiculez, pero ¡cuidado, avezado lector!, porque no hay nada más lejos de la realidad. Estos genios han conseguido llevar la inutilidad a un nuevo estatus: el de la sublimidad.

Títulos frescos, como Ghost Shark, Megalodón contra Crocosaurio o Tiburones en la arena. Maravillas de la técnica y el género. Cabe destacar dentro de esta colección de joyas sobre tiburones al padre del género, Tiburones en Venecia, a su máximo difusor, Sharknado, y la que me resulta personalmente más estúpida: Tiburón de dos Cabezas, que tiene esta mención especial porque me parece que las dos cabezas no le otorgan ninguna ventaja evolutiva, antes al contrario, y por la genial aparición de Carmen Electra como bióloga (lo menos creíble de la película, Carmencita de bióloga)

En conclusión, les recomiendo de la manera más insistente en que se sumerjan en este bello género, si bien les recomiendo que sea con algún tipo de estupefaciente en sangre. Abundan los argumentos cojos, los diálogos pésimos y la lógica más absurda, que constituyen la ambrosía de los paladares más refinados para la chorrada, la estupidez y el choped de pavo.

martes, 4 de febrero de 2014

I love you

Parece difícil, con el mercado saturado de porquerías sentimentaloides que pintan de color amor romántico un montón de ganas adolescentes de fornicio, sentirse hoy día completamente embargado y conmovido ante ese sentimiento tan complejo e insondable que nació tal como lo conocemos en el siglo XIX: el amor.
Sin embargo, avisado quedas, avezado lector, de que las historias más conmovedoras que el amor nos ofrece están en los lugares donde menos deberían estar. Sin ir más lejos, me encuentro a mí mismo profundamente conmovido (soy valiente, no niego mis sentimientos así como no niego mis erecciones) observando un vídeo pornográfico recopilatorio cuyo título promete "Los 13 orgasmos más ridículos que haya habido nunca". Tras los primeros cinco clips de vídeo, que le dejan a uno sonriente y excitado como un salmón en celo, llegué al supuestamente 6º orgasmo más ridículo, que me arranca de una hostia la sonrisa de la cara. A pesar de que el clip de vídeo os lo incluyo a continuación, creo que es menester relatar la sórdida, ridícula y apasionante historia que estos pixels con formas sinuosas ocultan.
En el magníficamente clásico escenario de un parking público, una señorita cabalga con palpable fruición el inflamado miembro de un caballero recostado en el suelo. Cercana a la catársis orgásmica, la señorita (que, por cierto, se llama Kristina Rose) reitera entre sollozos que ama a su compañero de farándula. Esta situación abunda en las tomas falsas del porno, en momentos en que la intensidad del coito conduce a uno o más de los actores a declarar su amor al resto del reparto. Situación coreada por las risas y las mofas de todo el equipo de rodaje que lo presencie. Sin embargo, en esta ocasión, la señorita Rose brama y reitera sollozando que ama a su interlocutor, sin ningún tipo de reparo. Después reiterará que está a punto de correrse, lo que sí es una situación más coloquial en el mundo de la pornografía, pero a priori, mientras el actor se concentra en mantener el distanciamiento necesario para ejercer este show bussines, ella lo mira y le dice una y otra vez "te amo tanto". Precioso y sórdido al mismo tiempo. Tras correrse, en un gesto inusitado de ternura que casi acaba con mi negro corazón, ella se recuesta sobre él, le agarra el rostro y le dice de nuevo "I love you".
Desconozco las circunstancias de esta situación. Quizás la pobre señorita Rose se derrumba ante una grave carencia de afecto, o incluso puede que realmente esté enamorada del susodicho actor. Pero la inconveniencia de la frase en la situación, la fruicción, el éxtasis y la intensidad, en un garage, ante las cámaras, ha sido un feliz compendio de circunstancias que han llevado a la captación de este momento de romanticismo absoluto del que él no sabe como defenderse. Y mientras ella solloza y se corre a partes iguales, en mitad de la intensa declaración. Quizás sea yo, que tengo la puta cabeza quemada de drogas y porno, pero me ha parecido una situación tan inusual y maravillosa que es digno de hacerse patente e incluso de recordarse.

miércoles, 29 de enero de 2014

Lob Actuali

El tipo que sube la calle con paso renqueante, algo bizco, vestido muy elegante con un traje de comunión de niña y una corona de papel de plata, erguido y orgulloso, es Perico Franelas. Y le sobran los anacardos. Y lo constata:
     -¡Me sobran los anacardos!- grita, y el hecho se hace patente para cuantos están a su alrededor. "¡Qué suerte!" piensa un transeúnte que le escucha. "Adamra al ne etatsila", piensa otro.

Como está podrido de anacardos, Perico piensa que puede hacer lo que le salga de las pelotas. Y efectivamente, parece que así es, puesto que Perico a lo largo del día ha violado dos buzones, escupido en el oído de un taxista y liberado un hurón ateo en el entreteto de una monja. Sin embargo, ninguna consecuencia han tenido los actos de Perico Franelas, pues a cualquier objetor de su conducta le cierra la boca a golpe de anacardos, sobornando a diestro y siniestro. No en vano, le sobran los anacardos. Y lo constata:
     -¡Me sobran los anacardos!- brama, y cuantos están a su alrededor se percatan. "Ya podrías darme alguno si te sobran" piensa un individuo furibundo con escasez de anacardos. "Billy Cristal", piensa otro.

En una esquina del parque algo detiene el frenético autocomplacerse de Perico. Es una hermosísima mujer plena de pechos y de pómulos tan exultantes que le dificultan la visión y le hacen respirar con cierta dificultad. Perico Franelas se enamora en el acto y decide, como siempre, realizar su voluntad:
     - Eh, nena, ¿quieres venir a mi casa a lamerme el pelo? - propone Perico seductor- Te aseguro que mientras estés conmigo no te faltarán los anacardos.
     - ¿Por quién me has tomado?- se indigna ella- ¿Por un putón que hace lo que sea por unos anacardos?
Tanta repulsa le provoca la proposición de Perico que le practica a este una llave de lucha libre, para luego marcharse ante la congestionada mirada de Perico. ¡Ah, tonto Perico, que ingenuamente pensaste que comprarías amor con anacardos!¡Valiente gilipollas!¡Necio y estólido muchacho, ¿Acaso no sabes que el amor no se compra con anacardos?! Se compra con dinero.

martes, 21 de enero de 2014

Otnot le euq ol ael

Una receta de cocina especialmente exigente me obligó a quebrarme los cascos a la hora de conseguir algunos ingredientes. No os mentiría si os dijera que uno de los intermedios en cuanto a facilidad de poseer era "200 gramos de serrín de confesionario antiguo". Me adentré con intención de aprehender dicho material en un antiguo convento abandonado de la hermandad de las Descalzas Tuberculosas. Allí no logré mi meta inicial de encontrar un antiguo confesionario y reducirlo a serrín para mi receta, pero encontré algo igualmente bueno: una manual de Urdu para principiantes. Ese mismo día me puse con el idioma y tan pronto y de manera tan fluida llegué a dominarlo que me aventuré a escribir un poema. Y ese es el que puedes leer a continuación, avezado lector, por favor, sé clemente con este recién iniciado en el urdu y sus posibles faltas gramaticales.



Otnot le euq ol ael.
Is satse odneyel otse
ay sebas euq so yotse
odnamot le otup olep,
orep ne nalp amorb,
redoj, euq iuqa somos
sodot soneub sogima.
Aton arap im omsim,
seneit euq rarpmoc sajetnel.