jueves, 19 de abril de 2012

Las inverosímiles fronteras del arte

Hasta ahora, se ha jugado mucho con lo que es arte y lo que deja de serlo, sobre todo en estos últimos tiempos en los que la originalidad es lo que se busca frente a cualquier otra cosa. Se dejan de lado muchas cosas, desde la técnica hasta la expresión, en búsqueda de una supuesta estética. Hasta tal punto hemos llegado que están siempre pululando los artistas de vanguardia con sus "que si te cago en la sien y lo firmo" o sus "te tiro un chorro de ácido al escroto y lo firmo" o "dejo embarazado a un caniche y lo firmo". Nunca, y oídme bien, nunca, estaré en contra de la coprofilia, la deformidad o la zoofilia. Pero existe una clara frontera entre todo esto y lo que podríamos considerar arte (si el mundo en el que vivimos no estuviese más enfermo que un niño con sida terminal nadando en un pozo negro).
Puestos a aclarar de una vez qué podemos considerar arte y qué no podemos consideraro, estoy dispuesto, en desigual justa, a analizar nuestro arte moderno en busca del denominador común que existe en él y que marque definitivamente la frontera. Porque no se puede clasificar las cosas si no conocemos el significado de la clasificación. Ahora cojo un Picasso por allí, un Duchamp por allá, un poco de Merde d'artiste, otro poco de Spiral Jetty, algún que otro Dalí y voilá!. Ya tenemos el denominador común. En contra de todo pronóstico, parece ser que lo que define el arte en nuestros días no es ni más ni menos que la firma. Un poco triste, cierto, pero hay que superarlo.
Una vez aclarado esto, creo que es muy muy sencillo saber cual es el arte supremo de entre todos. En efecto, el grafiti, pero no ese grafiti genial y colorista que tiene su mensaje y su técnica. ¡En absoluto! El arte supremo de ahora debe ser ese grafiti cutre que consiste en poner el nombre en la puta pared con todos los colores que se tengan a mano. En esto habéis convertido el arte. Enhorabuena.

miércoles, 18 de abril de 2012

Recomendación: Joseph Ducreux

Bueno, creo que podríais empezar a formaros en campos tan maravillosos como el arte, sucios ignorantes, así que pensé que este mierda seca gabacho de Joseph Ducreux podría gustaros. Se trata de un  pintor francés del siglo XVIII que, aunque oficialmente se dedicaba a hacer retratos de la corte para ganarse el sustento, por su cuenta experimentaba en busca de representar nuevos gestos que no fuesen los habituales para los cuadros de la época. El caso es que el tipejo este (barón de casta y amigo de la infancia de mi huevo derecho) ya nos ha visitado en el mundo moderno, en forma de meme e inunda internet con sus chanzas.
Lo que revindica esta entrada es que no seais unos putos vagos de mierda y busqueis más cuadros de este hombre que son una mezcla entre la puta broma y la obra de arte, porque este notas no pintaba mal. Y eso es todo, ladies and gentelmen. Que los zurzan.

Calzones cirílicos (de gran calidad)

La tela de saco de color naranja quería ser vestido porque ser un vestido es todo ventajas. En primer lugar, liga y folla más, y eso es algo que nos tira a todos. En segundo lugar, las facilidades que tiene un vestido para conseguir crack son inmejorables. Por último, la tarjeta de descuento para polos con sabor a semen de Rick Ashley marcan la diferencia absoluta entre los vestidos y el resto de los tejidos.
Así que la tela de saco de color naranja se embarcó en un inenarrable viaje con su amigo, el prepucio de pato. No era muy listo, pero preparaba las chutas como nadie y además tenía un inmenso corazón, que la tela de saco podría penetrar a su antojo con su inexistente pene. Por el camino, encontraron un enorme precipicio, que se lamentaba por haber sido violado de niño por un tazo de Pokemon con la cara de Vivaldi pintada en boli bic por uno de sus laterales.
La tela de saco, de naturaleza sensible, ignoró completamente los llantos del abismo, que cada vez sonaban más parecidos a la violación brutal de un alce. El prepucio de pato, mucho menos sensible, arrojó al enorme agujero un cordón de corcho, canturreando burlonamente "¡Sinopsis marinera!¡Sinopsis marinera!". El precipicio arrancó a llorar mucho más fuerte y una de sus lágrimas, que eran muy parecidos a muñecos de gelatina de Emilio Aragón, fue a parar bajo los pies de la tela de saco de color naranja, que resbaló y quedó agarrada penosamente en el borde del precipicio. Desesperada por la certeza de la muerte, clamó la ayuda del prepucio de pato, que se acercó al borde y mirándole a los ojos le dijo:
 -Never gonna give you up
Never gonna let you down
Never gonna run around and desert you
Never gonna make you cry
Never gonna say goodbye
Never gonna tell a lie and hurt you

lunes, 16 de abril de 2012

Corroído por dentro

Tengo entendido que la poesía donde expresaba mis sentimientos tuvo cierto éxito, así que he decidido, a pesar de la vergüenza que esto me causa, publicar poco a poco algunas de mis poesías, que han sido mi valvula de presión en momentos de escape. A continuación, la poesía:

Notas de Junio
secaban la hierba...
y mi habitáculo impermeable
a los rayos de Lorenzo.
Un brazo que es un émbolo
y un desbordante deseo
de atravesar el cristal
de la pantalla, para hacer pompas
con tu dulce jugo vaginal.
Niña triste y sifílitica
no naciste para obedecer
los estudios te daban alergia
y el trabajo, un tirano que derrocar.
Por eso ahora comes vergas
en un cuarto sórdido
ante una cámara
para que yo me deje la polla
completamente desollada
imaginando melancólico que
consuelo con semen
tu maltratada garganta.

Creo que cualquiera sabrá apreciar esta pequeña obra maestra acerca del amor platónico. Disfrutadla con salud y aprended la lección que destila mi literatura: si no tienes papel higiénico durante una manola, un calcetín usado también vale.

Me huele el culo a Domingo

La mejor sensación del mundo es la de ser un sucio inútil, atrapado en el sofá por telarañas de pereza, con el fin de semana a cuestas y el inicio de la siguiente procediendo a desnudarse como una señora decrépita dispuesta a violarte salvajemente. Despojándose poco a poco de sus abultados vestidos estampados de los chinos, ante nuestra impotente mirada de asco. Y mientras tanto, los fluidos y defecaciones se acumulan a la salida de nuestros aparatos excretores, deseosos de liberarse y conocer por fin mundo. Pero nosotros los retenemos porque incluso el retrete, a escasos 9 metros, es una meta demasiado complicada para una jornada en la que nuestras energías han aprovechado su día libre para irse al Ikea a comprar asquerosos muebles sin montar o a hacer chapucillas caseras.
Y nosotros, impotentes y atrapados en ese mueble acolchado como Don Pimpón en una cama de velcro, hediendo a ropa sucia y con los alerones cantando arias, porque hemos decidido que no vamos a hacer ni siquiera el esfuerzo de lavarnos en este, nuestro Sabat particular. Estoicos, inalterables, afrontando lánguidamente nuestro destino. Completamente conscientes de que el olor propio que percibimos es el hedor de una irremisible derrota contra el tiempo, el olor de la pereza. Un fuerte olor a culo y a Domingo.

viernes, 13 de abril de 2012

Entrevista a William Shakespeare

El otro día estaba ultimando los detalles de una escultura hecha con pelos púbicos de futbolistas de 3ª división y semen (del mío propio) cuando la puerta se vino abajo y allí estaba, William Shakespeare, señalandome amenazante con su dedo índice:
    -Haz el favor de no apuntarme con eso que a saber donde ha estado - dije sin hacerle mucho caso.
  -Quiero que me hagas una entrevista para el blog ese que regentas - contestó, devolviendo el dedo amenazante de vuelta a su culo.- Porque veo que no despega y que te estás volviendo más y más vago, y así no vamos a ningún sitio.
    -Bueno, pues manos a la obra- dije, señalandole un buen montón de muñecas hinchables para que se sentara.
      -¿Empezamos?
      - La grabadora ya está en marcha.-contesté impaciente- Empiezo:
LBD: Buenas tardes, señor William Shakespeare, estamos encantados de que nos haya concedido esta entrevista.
WS: Por favor, dejémonos de formalismos, William Shakespeare es muy largo. Mejor llamame "cielito mío".
LBD: ¿Le importaría si le llamo "cariñito", que es más corto?.
WS: Eso le gustaría a usted, tunante. Comience con las preguntas.
LBD: Está bien, primera pregunta: ¿A qué se dedica en sus ratos libres?
WS: Bueno, imagino que lo mismo que todos. Le doy un poco al speed, rompo mobiliario público, me introduzco objetos punzantes por el ano, toco la balalaika...
LBD: ¿Y la chupa?
WS: ¿Por qué iba a chupar una balalaika?
LBD: Cielito mío, hablo de falos.
WS: ¡Ah! Solo uno al día, despues de comer. Lo estoy dejando.
LBD: Bien, segunda pregunta: ¿Es Hamlet verdaderamente una alusión a "Edipo", de Sófocles, en alguna de sus facetas?
WS: ¿Pero de qué coño me estás hablando, sucio degenerado?
LBD: De la tumba de tus muertos, pero continuemos: ¿Qué maldades humanas de las que censura en sus obras (celos, envidia, traición...) considera usted más reprochable?
WS: Tener cocaína y no invitar a tus colegas.
LBD: ¿Y en qué libro encontramos tal vicio?
WS: Mire, caballero, esto es muy poco profesional. Si no se ha leído mi obra ¿cómo coño pretende hacerme una entrevista en condiciones?
LBD: Disculpeme, cielito mío, no se sulfure. Y ahora salga cagando hostias de mi casa, que va a salir los últimos videos de sexo con cojas y no quiero perdermelo.
WS: Bueno, pero prometame que en el último instante de la paja pensarás en mi cara.
LBD: No puedo prometer nada, pero lo intentaré.

A continuación procedía a expulsarlo sin paños calientes (que coño, a hostia viva) de mi habitáculo y a enchufarme a internet para deleitarme con magníficos videos porno de mutiladas. Qué quereis que os diga, soy un espíritu libre.

De politiqueos y consoladores anticuados

Nuestro cerebro está salvajemente desvirgado en lo que a cuestiones políticas se refiere. Como un  niño que pierde la inocencia cuando un depravado destapa su falo sifilítico y purulento ante sus acuosos ojos, nuestro cerebro recibe señales terriblemente condicionantes, en lo que a política respecta, en lugares completamente inusitados. Periódicos, televisión, anuncios... en todo meten el cimbrel esos truhanes dedicados al noble arte de pastorearnos. Incluso estoy elaborando una insana, absurda y complejísima teoría sobre como los políticos se las apañan para introducir, justo en el momento en el que no miramos, pequeñas dosis de su propio semen en cada bol de cereales que consumimos .
Fuera de la obvia intromisión mediática en las partes nobles de nuestro cerebelo, existen importantes cuestiones a tratar en el erótico campo de los politiqueos. Y es que la razón de estos constantes tractos rectales en nuestra ideología no es más que la muestra de la imperfección del sistema político en el que nos encontramos. No podemos echar la culpa de esto a un imaginario señor con sombrero de copa que se masturba pensando en lo pobres que son todos menos él. La culpa de esto la tenemos todos y cada uno de los ignorantes que nos conformamos con el porno sórdido y gratuito que encontramos por internet. Porque el hecho es que nos están vendiendo la política, utilizando el marketing, como una vulgar ramera se vende en las páginas de contactos de un periódico local.
Seamos serios, no estamos haciendo una transacción inocente, como la compra de crack en un oscuro y maloliente callejón, ni estamos encargando por teletienda consoladores de los años 50, viejos, cascados y usados mil y una vez. Estamos decidiendo en qué tipo de mundo queremos desempeñar nuestra patética vida de pervertidos. En qué mundo queremos pagar porque nos planten mojones en el pecho. En qué mundo queremos que nuestros pobres vástagos se conviertan en penosos camellos de tres al cuarto. Salgámonos un poquito de etiquetas políticas, de periódicos corruptos, del pastoreo al que nos subordinemos. Pensemos un poco al tomar decisiones vitales para todos. Y luego volvemos al porno sórdido y gratuito, tranquilos, que de eso no me olvido.
Especialmente dedicado a la gente de "We Must Be Over the Rainbow", que se curran y se piensan todos estos asuntos de política. También dedicado a ese travesti tan sexy que conocí en la romería de Soria. Manolo, no te olvido.

miércoles, 4 de abril de 2012

Marcos 63, 11-87: La mejor parte del evangelio

Estaba reservando esta entrada para una ocasión especial, como es la semana santa. A día de hoy, todavía no os he mostrado mi vena religiosa, pero la tengo, como todo hombre inquieto por los misterios del cosmos. Habreis adivinado por mis antiguas entradas que soy un celoso guardián de la virtud, y tendreis razón, pero hay mucho más, pues también soy un ávido lector de las Sagradas Escrituras. Buceando en la Bíblia he encontrado cosas tan maravillosas como la escena de Abraham comiendose los prepucios que había cercenado la noche anterior, cocinados a la romana, o la escena en que el rey David se hace su primer pajote, dejando escapar su sacra leche en el ojo de una prostituta manca. Sin embargo, mi pasaje preferido de la Bíblia sin duda, es la parte del evangelio de San Marcos que ha continuación os refiero y que me ha proporcionado infinitas horas de reflexión sudorosa y grasienta como el pelo de Tamariz. Dice así:

"En aquel tiempo, existía en Judea seres que a primera vista se identificarían como pecadores. Su nombre era dinosaurios, y se extendían por la faz de la tierra, dominando con su tiranía atea y herética a los habitantes de la tierra de dios. Se cruzó Jesús con uno de estos seres en las tierras de Samaría. El dinosaurio le cortó el paso, a lo que el hijo de dios, en santa y serena actitud respondió:
     -Haz el favor de apartarte, criatura, pues el camino a Dios es recto y no permite rodeos.
    -Disculpeme, maestro- respondió el gigantesco reptil- pero ese carro está a punto de pasar y no quisiera derribarlo sin querer. Espere a que pase el carro y con gusto me retiraré de su camino.
     -Te he dicho que te quites, payaso- dijo Jesucristo, gallardo y viril.
   -Caballero, eso no son formas- respondió con voz lacrimógena el dinosaurio, a punto de llorar- Le he explicado que...
      -Ni explicado ni explicada, como no te apartes te vas a enterar de quien es el Yesus.
      -Te ha dicho que te pires, lagartija-intervino Pedro, con un impresionante acento madrileño de barrio bajo.
      -Caballeros, sean razonables...
El dinosaurio no llegó a acabar la frase pues el hijo de Dios estiró su santa mano y cruzó la cara del dinosaurio pecador sin mayores contemplaciones. (Nota de la Bestia: A pesar de lo que muchos teólogos afirman acerca de que la primera hostia aparece en la última cena, yo soy un acérrimo defensor de que esto ya se puede considerar una hostia fina de las buenas buenas) San Pedro sacó entonces una navajilla en la que se podía leer "Recuerdo de Albacete" y grabó en el costado del dinosaurio "Soy la putita del mesías sin tener nombre de bollería" (N.de la B.: Sin duda, una referencia a María Magdalena) y entre los 12 lo cosieron a patadas hasta su muerte. Pero como las santas chanclas de Cristo habían sido manchadas y sus santos testículos habían sido tocados, el mesías, con una milagrosa determinación, engañó a todos los dinosaurios del mundo para meterlos en el cenáculo diciendoles que regalaba muñequitos hechos de choped y allí la ira divina calló sobre esa especie de pecadores, en forma de puñetazos más bestias que meteoros".

Palabra del Señor. Sería una broma muy fácil decir que este final alude al fin de los dinosaurios bajo la caída de un meteorito (como creen los puñeteros científicos), sin embargo, la iglesia va más allá. Porque esa hermosísima última frase solo hace alusión a que Cristo, contra todo pronóstico, también inventó la meteorología.