sábado, 23 de junio de 2012

Recomendación: Julián López y Manchabrass

Buena mierda high-quality para multitud de públicos. Para los amantes de la música de calidad, un espectáculo de música Jazz, Ragtime, Swing, Rock... perpetrado por este sexteto cervecil de viento-metal acompañado únicamente por una batería. A la cabeza, un Julián López que oscila entre el tarado que todos admiramos y un músico magistral. Definiendo ellos mismos su show como "Ragtime, jazz, swing, blues, rock… con partituras originales y versiones de grupos como Queen, The Beatles, Europe, Paul Anka o Sinatra. Todo ello salpicado con buenos momentos cómicos por parte de Julián López y sus secuaces", el asunto no puede salir mal.
Para los que buscan unas cuantas risas absurdas, llevaos un paraguas porque os va a caer un buen chaparrón de chorradas. Los músicos nos escupen desde el escenario sus purulentos chistes y chascarrillos, nos amenizan la velada con todas esas barbaridades que haría un grupo de colegas borracho subido al escenario a otro grupo de colegas borracho que les aplaude desde las butacas. Esencialmente, un despiporre.
Yo mismo he tenido la fortuna de apreciar en directo este espectáculo y, palabra de onanista, no os dejará indiferentes que esta gente os toque el instrumento.

Pentatónica charada; todos nos carcajeamos

Alumínico era el coche del tío Roger. Nos encantaba el tío Roger, tenía tanta vitalidad... Recuerdo las Navidades en que la abuela hizo una enorme fuente de testículos de gato vuelta y vuelta, que el tío Roger devoró con ganas mientras decía con la boca llena "chirimoya sexy, la mamá de los camiones". Cuando ingirió por accidente la pastilla de viagra sorpresa que la abuela metía en el asado de mendigo todas las Nochebuenas a modo de broma, todos nos reímos mucho. El tío Roger pasó empalmado una semana entera, durante la cual estuvo únicamente ataviado con un bombín de papel de plata colocado sobre su amoratado prepucio. Cada vez que una anciana pasaba a su lado, levantaba el bombín con gesto cortés, saludándola.
Aquello le gustó tanto que comenzó a inyectarse fuertes dosis de anticongelante en el prepucio, pretendiendo que el efecto se prolongara lo máximo posible. Pero no le salió demasiado bien la jugada, porque su cosita de fornicar comenzó a pudrirse. En pocas horas, sus eyaculaciones eran color marrón. Una vez nos dió un vaso a cada sobrino, diciendo que era batido de chocolate, e incluso él mismo dio el primer trago para acabar con nuestras reticencias. Era tan bromista... Siempre recordaré las caras sonrientes de mis primos, manchadas de fluido marrón infecto, cuando caímos en la broma, mientras el tío Roger lloraba y se pellizcaba muy fuerte los pezones.
Murió el año pasado, atragantado por el cordón de un taxista al que había pagado 20 € para que le dejase chuparle los zapatos. Pero al menos murió como siempre había deseado, lamiendo las inmundicias de la calle en la suela de un desconocido. Incluso en su funeral nos hizo reír, cuando toda la familia, reunida alrededor del cuerpo, decidimos ponerle ceñidos trajes sexuales de cuero y maquillarlo como a una puta barata. Era un gran tipo el tío Roger. Ya lo creo que lo era.

lunes, 4 de junio de 2012

Recomendación: Los Ganglios


A continuación os traigo lo más moderniqui del mundo de la música absurda. Los hipster de la comedia musical surrealista. Los Ganglios, un grupo constituido por un extremeño cantarín y una amiga sueca o finlandesa o algo así con una voz tan aguda que, desplazado el oxígeno de los pulmones por helio, haría huir a todos los perros en un radio de 500 metros a la redonda.
Su estilo oscila desde la comedia normal hasta el absurdo sin motivo. A mi entender, saben lo que cojones se hacen. Quizás a más de uno se le atragante la primera vez, pero sin lugar a dudas, con un buen número de oídas, un amante de lo absurdo sabrá apreciar el chorro de vómito golpeando contra su tímpano. A parte de eso, sus videoclip también son tan absolutamente erráticos que perfectamente podreis encontrar un "cutrefacto vídeo hecho en mi casica, con los huevecetes bien pegados al sillón" hasta el clásico "me curro el vídeo aunque no vaya a tener ningún puto sentido". No te queda otra, ¡quierelos!

Veranito sabrosón

Se acerca el verano, con todos sus pros y sus contras, es inevitable. Aceptémoslo lo antes posible para evitar posteriores trastornos. A mí, por ejemplo, me esperan días levantándome a las dos de la tarde, cubierto de un sudor de un espesor semejante al del pegamento de barra. Se ha dado el caso de que alguna insolente mosca se posa en mi piel, atraída por el fuerte olor a tocino y huevada, y queda atrapada para siempre, como lo hacían las estúpidas moscas del cretácico. Para algunos la evolución no significa nada, esto y la música bakalao son la prueba. Volviendo a la mosca, a las dos semanas el sudor se ha convertido en una magnífica piedra transparente con un precioso regalo en el interior. Si alguna vez se me pasa por la cabeza la ingenua idea de casarme, pienso pedir matrimonio con esa misma mosca fosilizada como joya.
También nos esperan las piscinas públicas, ese caldo de cultivo, los helados de forma fálica, las canciones del verano, las verbenas... toda una temporada de diversión en el que el calor vuelve gilipollas a la gente e impide que se den cuenta de que se están riendo de ellos. Y así, hijos míos, nacieron esos extraños polos con forma de polla colorida, que nuestros pequeños podrán conseguir en cualquier kiosko. 
Por otro lado, el verano tiene cosas harto agradables. Ya sea la posibilidad de holgar día y noche, la desidia absoluta recorriendo nuestro intestino, o las señoritas ligeras de ropa zascandileando de aquí para allá. Y chupando polos con forma de falo, que como podemos comprobar son un arma de doble filo. Es la prueba de fuego para los que carecemos de toda la vida sexual que desearíamos. 
Querría hacer una mención especial en este artículo sobre el verano a un viejo conocido al que todos echamos de menos y que ha desaparecido de nuestra vida en los dos momentos que más falta nos hacía: Ramón García. El verano no es lo mismo sin ti presentando el Gran Prix, haciendo las delicias de vizcos y pedófilos. Igual que no lo son las uvas. Espero que allá donde estés, en la gran llanura donde los famosos de capa caída van a pastar cuando su carrera pública muere, que te llegue este mensaje. Ramonchu, te queremos, eres el batman español.

viernes, 1 de junio de 2012

Cagarse en los oídos de la superstición

El gran problema es que no entendemos un carajo. Necesitamos encontrar un patrón fijo en procesos determinados por infinidad de factores, lo que nos lleva a una especie de frustración y de miedo al no saber lo que va a pasar. Entonces nos agarramos a un montón de estupideces, derivadas de un tiempo pasado en el que  ese hecho si que era uno de los factores determinantes. Y eso en el mejor de los casos, porque en otros simplemente es una paparrucha que se le ha ocurrido a un tío puesto de algún tipo de droga psicotrópica o que tiene un serio trastorno psiquiátrico no diagnosticado.
Pero claro, hagámosle caso al loco, su visión de la vida es mucho más aceptable que el hecho de que desconocemos algunas cosas. Parece mucho más sencillo consentir en que rajarle las tripas a un pájaro es un inequívoco portal al futuro que aceptar que estamos expuestos a factores que desconocemos y que denominamos, por tener la ausencia de control sobre ellos y desconocer sus causas, azar.
A mi entender, necesitar de un montón de espíritus malignos o benignos que pueden manejar a placer ciertas visicitudes de nuestra vida y que son tan fácilmente manipulables como para decidirles entre una cosa y otra lanzando sal por encima del hombre es, probablemente, de las mayores chorradas y niñerías que puede encontrarse. Es como solventar un problema de escasez de camaradas mediante la invención de un amigo imaginario que piense que eres superchachi y te invite a continuar tus estiramientos para llegar a felarte tu propio pene porque "tú eres capaz de todo lo que te propongas, mejor amigo":
Por dios, echémosle un par de huevos al asunto y dejemos de tenerle miedo a lo desconocido de una puñetera vez. Desde un punto de vista del racionalismo parvulario, es obvio que la respuesta lógica a una serie de factores no controlables no es otra que el aprender a lidiar con ellos, improvisando y adaptandonos a las puñeteras situaciones. Y si no, pues teneis bien merecida la caja de pino. Es la puta evolución, lo tomais o lo dejais, pero las cosas son así.