martes, 3 de julio de 2012

Dios bendiga internet

Tras dormitar el día entero, el insomnio me atacó inexplicablemente esta noche. Cualquier hombre moderno y sofisticado que se precie aprovechará esas nocturnas horas para buscar a las musas por esa intrincada red de humanidad a la que llamamos "Internet". Las musas son realmente sencillas de encontrar en este mundo virtual, por lo que no tomará mucho tiempo al internauta medio darle un frote a la sardinilla con alguna maravilla de porno variado. Una vez logrado nuestro onanístico objetivo, la odisea por Internet se complica, pues solo un viajero observador reconocerá las inmensas oportunidades que la red nos brinda, esperando a que demos un enorme trago como si de un vaso de sudor de Kofi Annan se tratara.
En mi caso, debo reconocer que esta noche he pescado unas cuantas perlas (si quereis verlas pinchad en los enlaces, que os lo traigo calentito), entre las cuales se encuentra un supuesto video porno de Miley Cyrus, alias "Hannah Montana", alias "el cojo imberbe", alias "siete velas navideñas", protagonizado por una actriz porno asiática (lo creais o no, a pesar de la diferencia étnica entre las dos actrices, la gente seguía debatiendo en los comentarios si era o no era la actriz en cuestión. Al final va a ser verdad que las pajas te dejan ciego). Sin ni siquiera haber salido de la página, me encuentro otra maravilla, muestra de la inagotable avidez del ser humano por sorprenderse a sí mismo: una página web en la que por 29,99 dólares te dan un lustroso título de barón de Sealand. Para quien no lo sepa, Sealand es esta puta mierda. Probablemente esteis pensando lo mismo que yo, que preferís ser barones de los servicios de la estación de autobuses de Méndez Álvaro, sois unos inconformistas. Pues bien, la página todavía tiene algo que ofreceros. ¡Por solo 199,99 dólares (agarraos fuerte) te hacen conde!¡Solo doscientos dólares por semejante cagarro! ¡Viva la coprofilia!
Ya pensaba en reflejar mis descubrimientos en este blog de mis amores cuando de pronto ¡oh destino caprichoso, que no había acabado de sorprenderme todavía! Me encontré un vídeo en el que le hacen una tortilla de semen a una señorita y se la merienda. De puta madre, proteínas para el cuerpo. Porque la operación bikini está lleganto y todos queremos lucir lorzas con textura esperma. 
Así terminó mi larga noche de descubrimientos por Internet, está amaneciendo y sé que mañana no tendré necesidad de salir a la calle a buscar mi felicidad, pues ya me ha sido concedida. Nadie se come una tortilla de semen por la calle, pero ¿en internet? En Internet por supuesto, es un lugar mágico donde los sueños más sórdidos se hacen realidad.

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