miércoles, 18 de abril de 2012

Calzones cirílicos (de gran calidad)

La tela de saco de color naranja quería ser vestido porque ser un vestido es todo ventajas. En primer lugar, liga y folla más, y eso es algo que nos tira a todos. En segundo lugar, las facilidades que tiene un vestido para conseguir crack son inmejorables. Por último, la tarjeta de descuento para polos con sabor a semen de Rick Ashley marcan la diferencia absoluta entre los vestidos y el resto de los tejidos.
Así que la tela de saco de color naranja se embarcó en un inenarrable viaje con su amigo, el prepucio de pato. No era muy listo, pero preparaba las chutas como nadie y además tenía un inmenso corazón, que la tela de saco podría penetrar a su antojo con su inexistente pene. Por el camino, encontraron un enorme precipicio, que se lamentaba por haber sido violado de niño por un tazo de Pokemon con la cara de Vivaldi pintada en boli bic por uno de sus laterales.
La tela de saco, de naturaleza sensible, ignoró completamente los llantos del abismo, que cada vez sonaban más parecidos a la violación brutal de un alce. El prepucio de pato, mucho menos sensible, arrojó al enorme agujero un cordón de corcho, canturreando burlonamente "¡Sinopsis marinera!¡Sinopsis marinera!". El precipicio arrancó a llorar mucho más fuerte y una de sus lágrimas, que eran muy parecidos a muñecos de gelatina de Emilio Aragón, fue a parar bajo los pies de la tela de saco de color naranja, que resbaló y quedó agarrada penosamente en el borde del precipicio. Desesperada por la certeza de la muerte, clamó la ayuda del prepucio de pato, que se acercó al borde y mirándole a los ojos le dijo:
 -Never gonna give you up
Never gonna let you down
Never gonna run around and desert you
Never gonna make you cry
Never gonna say goodbye
Never gonna tell a lie and hurt you

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