Por primera vez tengo el orgullo y prejuicio de presentar una entrada que no me daría vergüenza que mi abuela leyera. Es una sensación revitalizante sentirlo de vez en cuando.
Y es que hoy vengo con deliciosa mandanga fresca debajo de brazo. Una obra maestra de la literatura, desgraciadamente muy desconocida, y una de mis novelas favoritas: El arrancacorazones, de Boris Vian.
Cualquier lector que disfrute con mi porquería enfermiza sufrirá una artística y magnánima erección con la lectura de esta maravilla del arte.
Boris Vian destripa ante nuestros asustados y fascinados ojos distintas visicitudes del alma humana, los complejos internos, las tribulaciones, y las plasma en una historia extraña y poderosa semejante a un mal viaje de tripis. En un mundo en el que las reglas de la física se subyugan a la depravación psicológica más profunda de sus habitantes, nos damos un pausado y amable paseo de la mano de personajes inverosímiles.
Como una explosión de placenta en tu boca, este libro puede o no gustar, pero no deja indiferente.
Excelente libro, aunque no nos deja en buen lugar a los del gremio de loqueros.
ResponderEliminarOs deja en el lugar que os mereceis. Y lo peor es que lo sabes.
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