jueves, 23 de febrero de 2012

Mis despertares o Tom Cruise is in da house

Esta mañana temprano, salí de entre las sabanas como de entre unos abultados labios vaginales en un parto. Mi bulbo raquideo se aferró a la almohada con unas manos inexistentes pero fuertes como un cubata de lejía. Reptando por el suelo, babeando todavía por el mono de fase rem que mi organismo estaba intentando eliminar, me deposito a mí mismo en la ducha.
La alcachofa de la ducha se me pone rebelde y moja todo el puñetero baño. Mi respuesta base sería darle un gancho de izquierdas a esa ramera metálica, pero mi parte racional hace el debut del día avisándome de la inutilidad de golpear objetos inanimados. Después de esta aparición, hace mutis por el foro y no vuelvo a verla hasta el desayuno. Noto como la cortina de la ducha, mojada por el orgasmo humidificador que acaba de tener mi ducha, ya de buena mañana, me roza la espalda. Pero mi encéfalo, al que ahora mismo imagino como una cebra sin extremidades y estrábica que canta despreocupadamente "Lucy in the Sky with Diamonds", interpreta que esa cortina de la ducha humeda no es tal, sino el dedo de un asesino que inexplicablemente se escondía en mi baño. Por alguna razón, que seguro que sería un reto para un tropel de psicóanalistas que me preguntarían si mi madre está buena, imagino al inexistente pero atemorizador asesino con la cara de Tom Cruise cruzada de oreja a oreja por una sonrisa crápula y pervertida.
Todo esto ocurre en una fracción de segundo durante la cual me tenso como una tira de bacon a la que le están haciendo un liftin. Utilizaré el eufemismo de que "el alegre habitante de mi bragueta se esconde del susto" para decir que mi pene por poco se invagina, clavandose en mis tripas, del susto que me llevé.
Con esta enfermiza anécdota en la que mi cerebro interpreta que Tom Cruise se ha colado en mi cuarto de baño para hacerme cosas horribles y asesinarme por la caricia malintencionada de una cortina de ducha mojada, quería dejar claro el siguiente mensaje: Me toca las narices los conceptos de "imaginario común" o "cultura popular", me niego a estar tan sumamente mediatizado como para que un Tom Cruise todavía más degenerado se cuele en mis paranoias matinales. Pero ni Tom Cruise ni ninguna estrellita de ese elenco de actorzuelos millonetis que llamamos Hollywood. Puedo permitir que un selecto grupo de actrices hollywoodienses se cuelen en algo más banal, como una polución nocturna. Pero, ¿en una paranoia matinal de recién levantado? ¡Por encima de mi cadaver!

3 comentarios:

  1. Muy interesante! me hace pensar jajaja

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  2. Hay que dejar camino libre a cualquier hembra que quiera ser participe de las poluciones de uno. Coincido contigo. En cambio, hombres raros que te acaricien la espalda, cuantos menos, mejor.

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  3. ElManatíAventurero2 de marzo de 2012, 4:01

    Sublime, sinceramente. Despliegue de expresiones brillante: "mi pene por poco se invagina" lo dejo para el recuerdo.

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