sábado, 25 de febrero de 2012

Cartuchito Maldonado, el cojo de mente enferma

El surrealismo ha pasado a ser algo más que la intromisión artística en el subconsciente propio y colectivo. El surrealismo ha pasado a definir a situaciones imposibles que suceden o se figuran, probablemente por el parecido al producto de una mente enferma. Un ejemplo de surrealismo en la vida real es la historia de Bucht Cimitarra, un geólogo amateur y teórico del porno entre primos, que se camufló con el entorno montañoso para meterle el pene en el oído a un jaguar y sacar una automática de esta situación, en pro de ganar un concurso de fotografía, cuyo premio, un elefante hinchable relleno de semen seco de Miguel Bosé, compensaría cualquier mutilación. Cual fue su sorpresa cuando, por culpa del camuflaje, no salió en la foto.
Para los que esteis preocupados por el señor Cimitarra tranquilos, lo único que consiguió arrancarle el puma fue un apasionado morreo de tornillo. Creo que la moraleja es tan obvia que no hace falta explicarlo y que por tanto cualquiera entenderá la finalidad del siguiente video y su aporte pedagógico a mi historia.

1 comentario:

  1. Anónimos descubiertos26 de febrero de 2012, 0:37

    Aquí Dr.Pelícano y Monty in da house, eres un desgraciado. Nos moló la mujer. En realidad no, da asco.

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