miércoles, 6 de mayo de 2015

El Goggoteo

Este nuevo soplo de vida, inoculado artificialmente al blog mediante tétricas técnicas modernas que mantienen la vida con el coste de un terrible dolor, solo podía venir de mano de la poesía, el más excelso de arte. Quisiera traer a la luz un paradójico personaje: es fuerte, es grande y cruel, un ser terrible y poderoso que alza su sombra sobre el cuerpo inerte de quien se le pone por su camino. Un guerrillero curtido en mil batallas que, sin embargo, tiene un defecto incurable que no le pone trabas a su vida, pero si a su imagen heroíca: tiene frenillo y no pronuncia las erres. Tomaoslo en serio aunque os de risa, porque este tipo es un cabrón sanguinario con inevitable preferencia por la letra g.

Soy el gueguillego,
la guisa agancada,
la goca que gasga
los guizos del mag.
El guey del sendego,
cuando la guegla
ega la sangue,
yo ega el justo heguedego.
Pgueguntag después
peleag pguimego,
nunca olvido un gasgo,
no pegdono un gesto,
ni guechazo guega,
ni guehuyo guiña.
Enemigo del tiempo,
en toda mi laga vida
solo pegdi un encuentgo,
la guega conmigo mismo,
la misma que pegdieron
el hegoe y el mendigo,
el pguincipe, el santo,
el pecadog y el usuguego.

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