Cualquier mente sana concordará en que el tiburón es al mar lo que el león a la sabana o lo que una compresa usada a una playa atestada de gente. El rey, el más pollón. El Tito MC del salitre. Y como todo ser que alcanza en sí mismo la sublimidad y el predominio, merece que el arte se ocupe de señalarlo y ensalzarlo, de rociarle una oda sobre toda la zona del bikini. No es esto, sin embargo, algo que se haga patente para el grueso de nuestra embrutecida sociedad, sino algo susurrado al oído por la Musa a unos pocos elegidos. Unos pocos visionarios, siempre perseguidos, tomados por locos. Visionarios que hacen serie B.
Una y otra vez nos deslumbran estos iluminatis con sus geniales y disparatadas versiones de la temática de tiburones. Ideas tan absolutamente geniales e innovadores que ante un ojo inexperto puede parecer ineptitud o ridiculez, pero ¡cuidado, avezado lector!, porque no hay nada más lejos de la realidad. Estos genios han conseguido llevar la inutilidad a un nuevo estatus: el de la sublimidad.
Títulos frescos, como Ghost Shark, Megalodón contra Crocosaurio o Tiburones en la arena. Maravillas de la técnica y el género. Cabe destacar dentro de esta colección de joyas sobre tiburones al padre del género, Tiburones en Venecia, a su máximo difusor, Sharknado, y la que me resulta personalmente más estúpida: Tiburón de dos Cabezas, que tiene esta mención especial porque me parece que las dos cabezas no le otorgan ninguna ventaja evolutiva, antes al contrario, y por la genial aparición de Carmen Electra como bióloga (lo menos creíble de la película, Carmencita de bióloga)
En conclusión, les recomiendo de la manera más insistente en que se sumerjan en este bello género, si bien les recomiendo que sea con algún tipo de estupefaciente en sangre. Abundan los argumentos cojos, los diálogos pésimos y la lógica más absurda, que constituyen la ambrosía de los paladares más refinados para la chorrada, la estupidez y el choped de pavo.
No he tenido el privilegio de visionar dichos films, pero sin duda resulta un género poco apto para cinéfilos "casuals". A mí, en cuanto a este género, me parece que los exponentes están claros. Las pelis de TROMA (con Lloyd Kaufman a la cabeza) y el trabajo de directores como Frank Hennenlotter (este director revolucionó el cine con un estilo tan cutre, bello, nauseabundo y terrorífico que es pa verlo; sus mejores films son la trilogía de Basket Case y Brain damage) son directamente basura para fans del Séptimo Arte que no tengan la capacidad de tomarse las cosas con humor.
ResponderEliminarPara acabar mi comentario, que más que recomendar unas pelis dignas de tan noble y ecléctico género como es el cine trash :
- Killjoy 3. Tercera parte de la historia de un demonio con mala leche al que invocan unos negratas para pasar el rato.
- Gingerdead man. Oh, sí. ¡Canela en rama! Un asesino que muere y para continuar existiendo y matando, traslada su espíritu al de una .... GALLETA!!!!!!
- Despedazator y su secuela, Slime City Massacre. Obras maestras de Greg Lamberson, que exponen los peligros que entraña el consumo de YOGURES CADUCADOS. (No es broma).
- Beyond Reanimator. Tercera parte del clásico del terror que contiene escenas de increíble epicidad, sibología y buen gusto estético. Mención especial para la escena en que un ratón se pelea con un músculo onanista.