martes, 21 de enero de 2014

Otnot le euq ol ael

Una receta de cocina especialmente exigente me obligó a quebrarme los cascos a la hora de conseguir algunos ingredientes. No os mentiría si os dijera que uno de los intermedios en cuanto a facilidad de poseer era "200 gramos de serrín de confesionario antiguo". Me adentré con intención de aprehender dicho material en un antiguo convento abandonado de la hermandad de las Descalzas Tuberculosas. Allí no logré mi meta inicial de encontrar un antiguo confesionario y reducirlo a serrín para mi receta, pero encontré algo igualmente bueno: una manual de Urdu para principiantes. Ese mismo día me puse con el idioma y tan pronto y de manera tan fluida llegué a dominarlo que me aventuré a escribir un poema. Y ese es el que puedes leer a continuación, avezado lector, por favor, sé clemente con este recién iniciado en el urdu y sus posibles faltas gramaticales.



Otnot le euq ol ael.
Is satse odneyel otse
ay sebas euq so yotse
odnamot le otup olep,
orep ne nalp amorb,
redoj, euq iuqa somos
sodot soneub sogima.
Aton arap im omsim,
seneit euq rarpmoc sajetnel.

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